Sega y Gearbox Software, desarrolladora y productora/distribuidora respectivamente de Aliens: Colonial Marines, se enfrentarán en Estados Unidos a una demanda colectiva que las acusa de engañar a los consumidores.
Según la demanda, presentada por la firma legal Edelson LLC en nombre de Damion Perrine, afirma que las dos compañías presentaron al público imágenes y vídeos que "prácticamente no se parecían en nada" al producto final.
"Todas las demostraciones de 'gameplay real' muestran a los jugadores lo que supuestamente comprarán: una experiencia con videojuegos puntera con características y calidades muy específicas. Desgraciadamente para los fans, los acusados jamas dijeron a nadie - ni consumidores, ni críticos, ni analistas o periodistas - que su demostración de 'gameplay real' no se parecía en casi nada al juego final que finalmente se vendería a una gran comunidad de incautos usuarios".
Randy Pitchford, el máximo responsable de Gearbox, reconoció que, efectivamente, las demos que se mostraron durante ferias y eventos no eran del juego final y que estaban "estudiando" por qué ocurrió esto. Un cachondo, vamos: el que hacía las demostraciones con los vídeos falsos moviendo el pad como si todo fuese de verdad era precisamente él.
En Inglaterra una demanda ante la Advertising Standards Agency obligó a Sega a añadir un pequeño aviso en todos los tráilers de Aliens: Colonial Marines, dejando muy claro que lo mostrado en ellos no era representativo del producto final.
La demanda colectiva a Sega y Gearbox es el último capítulo en un auténtico culebrón, en el que anteriormente hemos visto fans indignados, críticas tremendamente negativas, dudas sobre si Gearbox había desarrollado el juego o lo había subcontratado a otro estudio, acusaciones de que el dinero invertido por Sega en Colonial Marines se había destinado de forma fraudulenta a Borderlands y la cancelación de la versión de Wii U, la cual según Pitchford era "la mejor del juego".