Los responsables de un criadero de reptiles australiano no salían de su asombro al revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad. Un niño de siete años era el responsable de una carnicería en la que murieron una tortuga y nueve lagartos de gran valor ecológico.
El menor lanzó a las fauces de un cocodrilo de tres metros de longitud y 200 kilos de peso a una tortuga, cuatro lagartos de lengua azul, dos dragones barbados, dos lagartos diablos espinosos y un varano de Spencer de 1,8 metros.
Las imágenes muestran al menor sonriendo mientras el cocodrilo de agua salada, llamado 'Terry', devora a los animales. Y se ve cómo se divierte mientras golpea hasta la muerte a dos pequeños lagartos de lengua azul y a otros dos lagartos diablos espinosos durante la media hora de estragos que provocó en el Centro de Reptiles Alice Springs.