Por Víctor "Gen.Harris Era un bonito día de Octubre. Saturu Iwata se despertaba como cada mañana sonriente por esos 3 millones de dólares que acababa de ganar el día anterior. Era un día especial, un día esperado por nuestro querido señor Iwata, un día en el que de nuevo su costurera iba a tener que ensanchar los bolsillos de sus pantalones de carísima confección: sí, amigos, Iwata iba a lanzar una nueva consola. No era una consola revolucionaria, no se trataba de un modelo totalmente novedoso, pero era una pequeña máquina en la que nuestro querido señor Iwata había invertido grandes ilusiones.
Tras los rumores de su lanzamiento, Saturu decide dar el paso. Largas horas consultándolo con la almohada le dan seguridad en sí mismo. Piensa: -"Puedo hacerlo. Puedo venderles lo mismo una vez más"- y sin dudarlo, toma la iniciativa, pero en el último momento le entra el pánico; ¿dónde podría anunciar nuestro querido señor Iwata su pequeño gran secreto? Es entonces cuando se le ocurre el lugar perfecto, un evento de prensa en Tokyo.
Quedan pocos minutos para dar el anuncio los subordinados del señor Iwata se muestra seguros de sí mismos, pero nuestro querido Saturu no las tiene todas consigo. Los nervios le pueden y ni el increíble cattering del evento consigue tranquilizarlo. Es entonces cuando llega el momento. En el recinto se puden ver reporteros de medios de prestigio como Famitsu, Kotaku o incluso IGN. Tras mucho dudar, Iwata da la orden y el evento comienza. Aparece uno de sus subordinados con un nuevo aparato que se parece bastante a una Nintendo DSi, pero con sutiles diferencias. Los reporteros empiezan a sacar fotos frenéticamente y el pobre subordinado de nuestro queridísimo señor Iwata comienza a ruborizarse y a sonreír por sistema. ¿Qué demonios era lo que traía en sus manos?
Tras breves segundos de flashes la espera llega a su fin. Saturu tiene el corazón revolucionado y la prensa muestra una mueca extraña; es como si ya supieran de qué se trata. Algunos se ríen, otros se alegran, pero la gran mayoría recibe la noticia con seriedad y cierto deje de enfado. Es entonces cuando el ruborizado subordinado exclama: -
"Les presento la nueva DSi LL"-.
Una reacción de estupor inunda la sala. Algunos susurran por lo bajo "lo sabía". Otros siguen apuntando en sus pequeñas libretas todo lo que está pasando. Es entonces cuando un reportero de Kotaku hace la pregunta: "-¿Qué es esto?"-. Nintendo lo había hecho de nuevo; había sacado la misma basura una vez más.
Iwata se muestra impaciente. Está deseando que su subordinado explique las maravillas de esta nueva-vieja portátil. El momento llega: -"DSi LL aporta un nuevo rediseño de Nintendo DS
con pantallas más grandes, de 4,2" cada una"-. Uno de los reporteros, dándo rienda suelta a su impaciencia le pregunta, -¿y ya está?-. El subordinado empieza a sudar y tartamudea:
-"
vendrá c-co-con un pack de dos lápices táctiles, uno más c-c-corto y otro más largo y
tres juegos de DSiWare preinstalados. En Nintendo sabemos lo que les gustan a ustedes los juegos de entrenamiento mental, por eso hemos decidido incluir 2, además de nuestro, ejem (carraspea), magnífico DS Easy Dictionary"-. El periodista se muestra atónito y comienza a ponerse rojo. Finalmente le pregunta, -"y cuánto va a costar la gracia?"-. Mirando al suelo y casi derrotado el pobre presentador contesta, -"
saldrá en Japón el 21 de Noviembre de este año a un precio de 20.000¥, unos 220 dólares en EE.UU. y probablemente unos 199'95 euros a Europa"-.
Tras esto, infinidad de perioristas comienzan a levantarse de sus asientos. Ni siquiera el maravilloso cattering de Nintendo consigue reternerlos. Cuando la sala se queda vacía, el pobre subordinado se acerca a nuestro querido señor Iwata:
-"Hemos fracasado, señor"-. Es entonces cuando Saturu, del todo pletórico y satisfecho, le contesta: -"¿Fracasado? DSi LL se venderá como churros, ya lo verás. Hijo, tienes mucho que aprender...."-.