Greenpeace International ha vuelto a informar sobre las políticas ecologistas de las fabricantes de consolas, destacando la labor de Sony al tiempo que ha criticado los problemas de comunicación sobre esta cuestión de Nintendo.
Iza Kruszewska ha explicado que evalúan sus actuaciones porque quieren que mejoren sus políticas medioambientales y que reduzcan sus emisiones contaminantes, con la esperanza de que, si lo hacen las empresas, los gobiernos sean más receptivos a firmar y cumplir acuerdos como el de Kioto.
Entre los parámetros evaluados están el uso de determinados productos químicos, procesos de fabricación, volumen de desechos, etc., evaluando los aspectos de 0 a 3 puntos, siendo el máximo posible 45 puntos.
Nintendo es, de las fabricantes de consolas, la que menor puntuación obtiene, con sólo 4 puntos. Como ya sucedió en el pasado, la puntuación se debe principalmente a la falta de comunicación de la compañía. Al no proporcionarse la información detallada solicitada, se puntúa con el mínimo (un cero).
Se han quejado de que Nintendo no informa sobre sus prácticas ni su política, por lo que no ha sido puntuada en once de quince categorías y ha recibido sólo un punto en uso de productos químicos, y por tener un programa de reducción de emisiones, entre otros aspectos.
Se sabe que Nintendo ha abandonado diversos productos contaminantes o productos casociados a determinadas toxinas, pero no se ha informado sobre ello de manera apropiada. Del mismo modo, tiene un plan para reducir en un 2% sus emisiones anuales, pero la compañía comunicó que no lo ha cumplido y que, de hecho, a raíz de los sucesivos aumentos de producción, estas emisiones han subido un 6%.
Microsoft ha conseguido 15 puntos, aunque Sony la supera con 24 puntos. Se ha destacado sobre todo la gestión de productos químicos en el caso de Sony y sus políticas de recolección de productos descartados para su reciclaje, aunque esperan que esta política se convierta en mundial y no sólo en algo de algunos países.
Microsoft, por su parte, ha sido criticada por fallar en tres áreas importantes: gestión de productos químicos, planes para eliminar el uso de productos peligrosos, y políticas de previsión. Consideran, sin embargo, que está progresando adecuadamente, aunque creen que ayuda el hecho de que fabrican pocos productos de hardware.
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